Árbitros de Dolores involucrados? – Y se graduó haciendo bien los deberes

Partidos sospechados hubo siempre. Arbitrajes polémicos ni hablar. Pero nunca hasta el domingo se expuso tan de manifiesto la forma en que se podría conseguir un ascenso gracias a supuestos favores del mandamás. Por eso la escucha entre Julio Grondona y Gustavo Ceresa, presidente del Consejo Federal de Fútbol, es la peor de todas las conocidas hasta ahora. Porque no hablan de manejos turbios económicos que también indignan, sino directamente de partidos de fútbol, lo que destroza la ilusión y la idea de una justa competitividad. En esa conversación intervenida por la Justicia en el marco de una causa por triangulación de pases que favorecería el lavado de dinero y la evasión impositiva, el ex presidente de AFA le pide a su par del Interior por Estudiantes de San Luis, que militaba en el Federal B, peleaba el ascenso en un octogonal final y era y sigue siendo presidido por Carlos Ahumada, un cordobés nacionalizado mexicano que gerenció en tierras aztecas al León y el Santos Laguna y fue preso acusado de lavar dinero del Cartel de Juárez a través de estas instituciones. De regreso, Ahumada gerenció a través de Ateliers S.A. a Talleres de Córdoba (bajo su mando fue DT Humbertito Grondona), experiencia que terminó también mal y bajo sospechas. Y de ahí saltó a Estudiantes (SL), con quién logró tres meteóricos ascensos desde 2013 pasando del Argentino B al Nacional B en tres temporadas consecutivas.

En base a esta escucha, Olé revisó las ternas arbitrales en los partidos clave que jugó el Verde puntano, ya sea en la etapa clasificatoria como en el octogonal final. Y el mundo está lleno de casualidades: en los ocho encuentros donde se jugaba todo, sólo participaron dos árbitros y en la mayoría la misma terna. Una de San Juan encabezada por el árbitro Néstor Rivero Reinoso (cinco encuentros incluyendo la escandalosa final de vuelta contra Policial de Catamarca, que terminó 1-1 y consagró el ascenso del equipo de Ahumada al Argentino A), y otra por el referí de la liga de La Plata, Sergio Quijano y su compadre, Diego Tadiello, quienes insólitamente jugaron al Verde de local cada 15 días incluyendo el último partido clave de la segunda fase previa al octogonal, más la semifinal y la final de ida. Siguiendo con las casualidades, esos tres encuentros los ganó Estudiantes marcando la misma cantidad de goles: tres en cada uno. Y las crónicas no dejan bien parados a los muchachos platenses, quienes tuvieron las máximas responsabilidades cuando ni siquiera eran considerados los mejores árbitros de la Liga Platense (estaban ubicados cuarto y sexto por entonces). Con la terna sanjuanina pasó algo similar, dirigiendo dos encuentros clave para clasificar con sólo 20 días de diferencia y obteniendo el Verde un triunfo y un empate del que las crónicas recuerdan que las canchas sufrieron una extraña inclinación geométrica, que cada tanto se ven en varios estadios de la Argentina.