Brasil y EEUU dan vuelta la página y comienzan una nueva etapa de relaciones bilaterales

Barack Obama y Dilma Rousseff ofrecieron dieron por cerrada la crisis diplomática desatada por el escándalo de espionaje a la mandataria y funcionarios brasileños, y anunciaron acuerdos en materia de cambio climático y energía, entre otros items.

El encuentro entre los dos líderes, llegó luego de una gran expectativa generada por la gira, que estaba pactada en octubre de 2013, cuando Rousseff decidió suspender una visita de Estado por las revelaciones de espionaje por parte de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) norteamericana a sus comunicaciones, parte de su gabinete y a empresas estatales.

En la conferencia de prensa ninguno de los mandatarios mencionaron el tema en sus declaraciones iniciales, en las que buscaron resaltar el acuerdo en materia de cambio climático en el que se comprometen a generar al menos un 20% de la generación de electricidad en cada uno de sus territorios para 2030, así como plantearon el objetivo de incrementar el intercambio comercial y la cooperación en inversiones.

Al tomar la palabra, Dilma agradeció a Obama y al pueblo estadounidense la “hospitalidad” con la que fue recibida en esta visita oficial de tres días que desarrolla en el país norteamericano y destacó “el relanzamiento de las nuevas relaciones”.

“Hemos dado un paso adelante”, afirmó Rousseff desde la Casa Blanca, dejando así formalmente cerrada la crisis diplomática que atravesaron las dos naciones por la revelación de las escuchas por parte de Estados Unidos.

Desde entonces, “algunas cosas cambiaron y eso es debido al hecho de que Obama y el gobierno de Estados Unidos dijeron en varias ocasiones que ya no participarán en actos intrusivos de espionaje en países amigos”, sostuvo Dilma.

En ese sentido, el líder demócrata aseguró que la visita de Rousseff “marca un paso más en un capítulo nuevo, más ambicioso en las relaciones entre los dos países” y agradeció a su par por su “amistad, colaboración y por el progreso alcanzado juntos”.
Obama calificó al país sudamericano como “socio natural” de Estados Unidos, el cual es visto “no como una potencia regional sino como una potencia global”.

En el encuentro con la prensa los presidentes se mostraron coincidentes en sus palabras y se brindaron mutuos comentarios que generaron incluso momentos de distensión al despertar en varias ocasiones la risa entre los presentes, cuando -por ejemplo- Obama agradeció la invitación a participar de las Olimpíadas en Brasil y la casaca sudamericana obsequiada con su nombre pero que no podrá usar en público porque debe “hinchar por Estados Unidos”. Si viene a las Olimpíadas el próximo año con la remera puesta, “estoy segura que será aplaudido” por el público, le respondió la presidenta brasilera entre risas.

La reunión bilateral de esta mañana, fue la continuación del paseo que los líderes realizaron ayer al monumento del activista por los derechos civiles en los Estados Unidos, Martin Luther King Jr., para culminar el primer día de Rousseff en la capital norteamericana, con una cena en la Casa Blanca.

El encuentro de trabajo en el Salón Oval desarrollado hoy, tuvo espacio para abordar una agenda que incluyó un intercambio en el fortalecimiento de la cooperación global, regional y multilateral en el que fue reconocido los cambios de política de Estados Unidos hacia Cuba, así como los esfuerzos de Brasil y de la UNASUR para promover el diálogo político en Venezuela.

Allí, fueron también analizados asuntos en áreas como ciencia y tecnología e innovación y en materia de defensa, donde recientemente fueron aprobados dos acuerdos para cooperación entre los ministerios de ambos países y para intercambio de información militar.

Entre las preguntas de la prensa brasilera presente, surgió además el escándalo en la petrolera Petrobras que está siendo investigado por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos por presuntos cargos de corrupción.

Mientras que Obama evitó realizar comentarios dado que es “un caso activo” que está siendo tratado por la justicia, Rousseff aclaró que los actos de corrupción que tuvieron lugar en la petrolera estatal “no involucran al 100% de los empleados de la compañía” por lo que quienes llevaron adelante dichas acciones deberán “rendir cuentas y ser castigados”.

“La gente que de hecho se involucró en estos actos de corrupción, debería ser castigada para luego saber que sucederá en términos de los procesos corporativos”, agregó Dilma. “Pero la buena noticia es que Petrobras es una compañía fuerte, muy bien administrada hoy, con una gobernanza apropiada”, concluyó.

La jefa de Estado del Brasil, incluyó en sus actividades en Estados Unidos una parada en Nueva York donde el lunes se reunió con empresarios e inversionistas, y otra en San Francisco done mañana llevará adelante más encuentros con esos mismos sectores.

http://www.telam.com.ar/notas/201506/110966-brasil-estados-unidos-relaciones-bilaterales.html

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