El propio presidente ruso, Vladimir Putin, anunció ayer la decisión de desplegar los misiles S-400 en respuesta al derribo del avión bombardero Su-24 del martes pasado, que terminó con uno de sus dos pilotos muerto a tiros desde tierra por insurgentes sirios respaldados por Turquía.

El ataque al piloto que descendía en paracaídas, que fue inhumado con honores militares, desató una fuerte indignación en Rusia, informó el portal RT y recordó que se trata de un crimen de guerra contemplado en el artículo 42 de la convención de Ginebra.

El otro piloto fue rescatado, presuntamente por el Ejército sirio, según dijeron fuentes locales.

La agencia de noticias estatal rusa Ria Novosti informó hoy, citando a uno de sus corresponsales en Siria, que los misiles de medio alcance, con capacidad para alcanzar objetivos a 400 kilómetros de distancia, fueron desplegados en la base rusa en la ciudad costera de Latakia, a 50 kilómetros de la frontera con Turquía.

Paralelamente, el primer ministro ruso, Dimitri Medvedev, anunció hoy en un mensaje televisado que instruyó a su gobierno a elaborar en dos días un paquete de sanciones económicas contra Turquía por su “acto de agresión”, que podría incluir un recorte de vínculos comerciales y la suspensión de proyectos de inversión.

Además, dejó entrever que Putin podría emitir en breve un decreto que introduciría restricciones o prohibiciones a las actividades de las compañías turcas en territorio ruso y limitaría la exportación a Rusia de productos de compañías turcas, incluido alimentos.

Medvedev aseguró que dichas medidas podrían representar la congelación de programas de cooperación económica y la limitación de transacciones financieras, operaciones de comercio exterior y el aumento de los aranceles, informó la agencia de noticias EFE.

El premier, que es el máximo responsable de la política económica del país, no descartó que se adopten medidas contra el sector turístico -Turquía es el segundo destino para los turistas rusos- y el transporte, incluido el tránsito.

Putin, por su parte, reaccionó al derribo del avión calificándolo de “ataque a traición de cómplices del terrorismo” e insinuó que Turquía es uno de los compradores del petróleo que el grupo Estado Islámico (EI) extrae y vende clandestinamente.
Hoy, el mandatario ruso subió la apuesta.

“Todavía no hemos escuchado disculpas claras por parte de la cúpula político-militar de Turquía, ni ofertas para compensar los daños ni tampoco la promesa de que los criminales serán castigados”, dijo Putin en el Kremlin al recibir las cartas credenciales de nuevos embajadores en Moscú.

“Da la impresión de que el gobierno turco, concientemente, lleva las relaciones ruso-turcas a un punto muerto. lo lamentamos”, dijo Putín, citado por la agencia de noticias EFE.

Más tarde, en una conferencia de prensa junto al presidente de Francia, Francois Hollande, el mandatario ruso señaló que “jamás” imaginó que un avión ruso podía ser derribado “por un país considerado un aliado, amigo”.

Desde el incidente, Turquía ha tratado mayormente de rebajar las tensiones con un país con el cual tiene una muy importante relación comercial y del que importa más del 50% del gas que consume.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo hoy a la cadena France 24 que su país “no quiere tensiones con Rusia”, aunque se negó a disculparse por el episodio, de enorme impacto en todo el mundo debido a que es la primera vez en 50 años que un miembro de la OTAN derriba un avión de Rusia.

El mandatario turco reiteró la postura que vienen manteniendo desde el martes acerca de que el avión ruso “ignoró repetidas advertencias” para abandonar el espacio aéreo turco y aseguró que no sabían que se trataba de una aeronave de las fuerzas rusas.
“Si hubiéramos sabido que era un avión ruso podríamos haber actuado diferente. Pero nuestros pilotos conocen las reglas de combate y tienen que cumplir con su deber de proteger el espacio aéreo turco”, aseguró Erdogan.
Putín, en sus declaraciones posteriores a la reunión con Hollande, Putin repuso que “no es más que una excusa. No hay la menor posibilidad de que la fuerza aérea turca no haya podido identificar” cuatro aviones rusos, que están visiblemente marcados como exige la normativa militar.

Sobre las acusaciones de estar financiando al EI, Erdogan señaló que el único país que “realmente” está combatiendo al grupo yihadista es Turquía y apuntó a Siria.

“Turquía es el único país que está luchando realmente contra el EI (…). Otros países han estado atacando a la oposición moderada (en Siria) bajo la excusa de combatir al EI”, dijo Erdogan en una reunión de dirigentes de municipios en el palacio presidencial.

“Es difícil creer” que las máximas autoridades turcas sepan sobre la venta ilegal de petróleo sirio que financia a los yihadistas, aseguró sin embargo Putin hoy después de su reunión con Hollande.

“Si no saben nada, entonces que se enteren”, afirmó ásperamente en la conferencia de prensa, y agregó que Rusia los ve desde el aire “día y noche”.

Hoy el gobierno turco dijo que una reunión entre los cancilleres de los dos países está en preparación para la semana que viene en Belgrado al margen de una conferencia internacional.