Visita guiada a la Estancia Dos Talas – Un paraíso forestado en medio de la pampa

-por Verónica Meo Laos-

La memoria está hecha de culturas que están vivas porque está constituida por personas que fueron protagonistas de hechos y acontecimientos que no quedan en el pasado sino que son el cimiento de nuestro presente. Y así como no hablamos de una cultura, tampoco hablamos de una memoria, sino de muchas memorias y de muchas y diferentes culturas vivas que nos urge escuchar, comprender y retransmitir. Para eso, sin duda, está la palabra.

Con la consigna de compartir culturas desde la vivencia, de conocer a través del paisaje las utopías y los sueños de quienes lo diseñaron y lo vivieron, la visita guiada a la Estancia Dos Talas del sábado 6/02/2016 fue una ruta de emociones, relatos que fueron escuchados pero, asimismo, reconstruidos y reelaborados a través de los recuerdos de todos los que participaron de este itinerario a pie de varias horas.

Así, el retrato de Agustina Luro pintado por Ulpiano Checa fue la excusa que inició el recorrido histórico y cultural donde se entramaron las figuras de Carlos Thays, la Belle Èpoque, el Centenario, la inmigración, las contradicciones de la Argentina opulenta, la Generación del 80 y la exuberancia de la modernidad periférica, el arte y la cultura de las vanguardias de entreguerras. Pero los que participaron no fueron tan solo oyentes de un guión turístico -lejos de ello- sino que fueron los protagonistas que, a través de anécdotas, fueron reconstruyendo la trama aportándole nuevos colores al relato principal que guió la caminata. Porque todos tuvieron anécdotas que sumaron riqueza a la experiencia compartida.

Al terminar el recorrido, teñido de aromas y colores, todos los asistentes tomaron el té frente a la magnífica residencia que perteneció a Agustina Luro y se despidieron con la certeza de haber compartido una experiencia que estuvo lejos de la postal turística sino que, antes bien, se trató de un itinerario vivencial por el paisaje de la Estancia Dos Talas que es la huella viva de la historia cultural de nuestro país y, sin dudas, un valioso patrimonio tangible e intangible.

Merecido agradecimiento para Luis de Elizalde, propietario y heredero de la familia Luro, por haber compartido con generosidad la historia de su familia. No podemos dejar de citar a Alfredo Macchi -uno de los caminantes- que, de la mano de sus recuerdos, tiñó de emoción las anécdotas compartidas.

Quizás, la síntesis de lo que todos los participantes compartieron estuvo en las palabras de Juan Pedro (11), que puntualizó varias veces sentirse como en otro lugar, lejos de Dolores. Es que Dos Talas, además de un museo a cielo abierto, es un paraíso forestado en medio del vértigo horizontal de la pampa que vale la pena conocer.

Para acercarse a las visitas guiadas en imágenes, entrá a: visitas.meolaos.com.ar

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