El primer semestre del año registró un superávit fiscal primario de $ 30.221 millones de pesos, según informó este viernes el ministro de Hacienda Nicolás Dujovne, resultado que se consiguió a pesar del déficit primario de junio, que fue de $ 6.598 millones.
La meta fiscal del primer semestre fijada con el FMI era de $20.000 millones. Sin embargo, tras la cuarta revisión técnica que realizó el organismo multilateral meses atrás y de cual se esperan más detalles en estas horas, aumentó la exigencia para la tercera meta fiscal del año, que ahora pasará de los desafiantes $60.000 millones de superávit acumulados a $70.000 millones.
Este resultado se logró a pesar de que en junio hubo un déficit de $ 6.598 millones, incluso con la venta de activos como dos centras eléctricas. En mayo, el superávit había sido de $ 25.974 millones y de $ 499 millones en abril.
En tanto, el déficit financiero (que tiene en cuenta los intereses de la deuda) creció un 14,3% en ese mismo período por el efecto aún visible de la fuerte depreciación de la moneda y la alta exposición a deuda en dólares. Sin embargo, en términos de relación con el PBI, este número se redujo de -1,7% a -1,3%.
Según informó el Gobierno, es la primera vez en ocho años que el sector público nacional no financiero tiene un primer semestre con superávit primario. El anuncio se hizo el mismo viernes en que el directorio del Fondo Monetario Internacional tratará la aprobación de la cuarta revisión de la economía y aprobará un nuevo desembolso de US$ 5.400 millones.