Hollande se enfrenta a una huelga general por su reforma judicial

EL PROYECTO DEL PRESIDENTE SOCIALISTA FRANCÉS ES RESISTIDO POR LOS SINDICATOS, AGRUPACIONES ESTUDIANTILES Y PARTIDOS DE IZQUIERDA. EXIGIRÁN SU RETIRADA EN UNA JORNADA CAÓTICA CON SUPRESIÓN DE VUELOS Y PERTURBACIONES EN EL TRANSPORTE PÚBLICO.

El gobierno del presidente socialista francés, Francois Hollande, enfrentará mañana una nueva huelga nacional contra su proyecto de reforma laboral, resistido por los sindicatos, agrupaciones estudiantes y partidos de izquierda.

A 14 meses de las elecciones presidenciales, las cuatro grandes centrales sindicales convocantes del paro (CGT, FO, FSU y SUD) se sumaron a dos organizaciones de estudiantes (Unef y UNL), quienes exigen la retirada del proyecto de ley, a una huelga general que provocará, entre otras cosas, la supresión de vuelos y perturbaciones en otros transportes públicos.

El proyecto de ley de nuevas libertades y nuevas protecciones para las empresas y los activos, conocida como la ley del trabajo o ley El Khomri, por la ministra de Trabajo, Myriam El Khomri, causó un fuerte rechazo ciudadano.

Los detractores denuncian que “es una suma de regresiones históricas” porque “facilita el despido”, permite revisar las reglas del tiempo de trabajo para ampliar horarios e invierte la jerarquía de las normas al dar primacía a los acuerdos en las empresas sobre la legislación laboral o los convenios colectivos nacionales.

“El debilitamiento de los derechos de los trabajadores y la posibilidad de despedir con mayor facilidad nunca permitieron luchar contra el desempleo”, afirmaron las agrupaciones convocantes de la huelga en un comunicado de cara a la tercera gran manifestación del mes contra la nueva reforma laboral de Hollande.

Pese al rechazo, el gobierno socialista trata de avanzar con su iniciativa, que debió suavizar tras las primeras protestas.

Los detractores denuncian que “es una suma de regresiones históricas” porque “facilita el despido”.
El primer ministro Manuel Valls presentó una versión “corregida” del proyecto, donde modifica el tope máximo estipulado para las indemnizaciones por despidos abusivos, que ahora pasa a ser sólo “indicativa”.

En cuanto a las condiciones de los despidos económicos, el gobierno mantuvo el texto original, pero agregó un mayor control de los jueces, que podrán verificar que las multinacionales no mientan sobre sus dificultades económicas en territorio francés para poder despedir.

Esta reforma laboral llega tras años de presiones y peticiones de organizaciones internacionales como la Comisión Europea (CE) o el gobierno alemán para realizar un ajuste en la legislación laboral francesa similar al de otros países europeos como España, en la que el premier Valls, admitió haberse inspirado.

“Hollande tendrá que afrontar un costo político enorme por esta reforma, porque él ya destruyó numerosos derechos sociales”, le dijo a Télam Christian Rodríguez, encargado de relaciones con América Latina en el Partido de Izquierda.

Rodríguez, quien trabaja con el eurodiputado y copresidente del Partido de Izquierda, Jean-Luc Mélenchon, añadió que la reforma laboral es “una agresión a los trabajadores”.

“Esta reforma es un regalo para la patronal y para las multinacionales; por eso se espera una gran manifestación porque justo mañana el proyecto de ley comenzará a ser estudiado en el Parlamento y ahí estaremos para enfrentar a este gobierno reaccionario”, aseguró.

La oposición a ese proyecto de ley comenzó desde que se filtraron a finales de febrero algunos de sus puntos. Las protestas arrancaron el 9 de marzo, cuando 200.000 personas, según las autoridades, y 450.000, según los organizadores, se lanzaron a las calles en todo el país.

Otras dos manifestaciones tuvieron lugar este mes, convocadas por los sindicatos estudiantiles, que finalizaron con incidentes.

La semana pasada, un video que reprodujo la violencia policial contra un adolescente de 15 años, quien se manifestaba contra la reforma, se viralizó rápidamente y generó indignación y nuevas protestas, llegando a ser atacadas dos comisarías en pleno París.

“Hollande tendrá que afrontar un costo político enorme por esta reforma, porque él ya destruyó numerosos derechos sociales”.
“El gobierno teme cuando los jóvenes salen a la calle, porque ahí está la fuerza que ni la represión puede parar o amedrentar. Cuando los jóvenes se involucran, el gobierno termina retrocediendo”, analizó Rodríguez.

“No vamos a retroceder. Es el gobierno el que debe asumir su responsabilidad y garantizar que las fuerzas del orden no ataquen a los jóvenes”, remarcó, por su parte, Martin Bontemps, vicepresidente de la Unión Nacional de Estudiantes de Francia (UNEF).

El líder estudiantil rechazó en diálogo con Télam que los jóvenes sean los responsables de los desbordes en las movilizaciones y apuntó a “infiltrados del gobierno” para desligitimizar el reclamo.

“El 71% de los franceses rechaza la nueva ley de trabajo. La movilización de mañana promete ser multitudinaria pero no será la última, porque ya convocamos a otra marcha para el 5 de abril”, agregó el sindicalista estudiantil.

En medio del incremento de la presión callejera contra el mandatario, Hollande se vio obligado a enterrar la reforma constitucional antiterrorista, que pretendía retirar la nacionalidad a los franceses implicados en ataques extremistas e instaurar un estado de emergencia permanente.

La reforma había sido anunciada tras los ataques yihadistas del 13 de noviembre (13N) en París, pero ante la falta de consenso parlamentario hoy decidió dar por cerrado el debate.

“Hollande se golpeó él mismo, porque su reforma constitucional fue declarada anticonstitucional. Hoy es un día de victoria y esperamos que mañana sea otro, el de la Francia insumisa que va a ocupar las calles para decirle a Hollande que se vaya”, sentenció el franco-chileno Rodríguez.

Otro revés para Hollande durante la jornada fue una macroencuesta dada a conocer por la prestigiosa universidad Sciences-Po, en la cual se desprende que el presidente galo no alcanzaría la segunda vuelta de la elección presidencial de abril de 2017, porque perdería en la primera contra cualquiera de sus rivales.

La jornada de mañana permitirá saber si el gobierno puede permitirse una pulseada con su propio electorado y tensar aún más la cuerda dentro de su propia bancada, ya fragmentada.

Un grupo de 10 parlamentarios socialistas rebeldes redactó un contraproyecto de reforma laboral que incluye aumentar las cotizaciones de las empresas destinadas a financiar el desempleo en función de la cantidad de personas que despidan y reforzar las sanciones administrativas para castigar a las compañías que abusen del trabajo precario, entre otras medidas.

Entretanto, el colectivo informal Convergencia de luchas llama a permanecer en las calles tras la manifestación de mañana.

La agrupación conocida como Nuit debout (noche en pie) o Nuit rouge (noche roja) aspira a ser un 15-­M como el que en Madrid dio inició al movimiento de los Indignados, mediante ocupaciones y acampadas en espacios públicos y una “Asamblea Ciudadana Permanente”.

http://www.telam.com.ar/notas/201603/141421-hollande-huelga-general-francia-reforma-laboral.html

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