Crece en la Argentina la producción de vinos “en armonía con la naturaleza”

Además de la utilización de técnicas de cultivo orgánico, la biodinámica incorpora el uso de preparados vegetales y minerales, así como un calendario de labores basado en el movimiento de los astros.

En la elaboración de esta clase de vinos, se tiene en cuenta desde el cuidado estricto del ambiente hasta toda una filosofía que considera a la tierra como “un organismo vivo que dialoga con el universo”.

Desarrollada por Rudolf Stenier en 1924, la agricultura biodinámica respeta la naturaleza y los seres que en ella habitan.

A las prácticas orgánicas (sin agregado de fertilizantes químicos ni tratamientos con pesticidas), se suma la aplicación de preparados naturales (componentes vegetales, animales y minerales y compost) producidos en la finca hasta la vinificación.

Uno de los pioneros de la viticultura biodinámica en la Argentina es Mario Toso, quien hoy -junto al enólogo chileno Álvaro Espinoza- produce vinos con certificación Demeter en la bodega Luna Austral, en La Consulta, Valle de Uco, Mendoza.

 

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