Según la OMS, menos de la mitad de la población mundial obtiene todos los servicios esenciales de salud

Menos de la mitad de la población mundial obtiene todos los servicios esenciales de salud, según el último informe estadístico anual de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que hoy comenzó su 71° Asamblea Mundial en Ginebra con la participación de ministros y autoridades sanitarias de 194 países.

El informe, un reporte anual que el organismo realiza desde 2005, arrojó también que “en 2010, casi 100 millones de personas fueron empujadas a la pobreza porque tuvieron que pagar los servicios de salud de sus propios bolsillos”.

Estos dos indicadores son la base para el cumplimiento del objetivo de cobertura de salud universal (UHC) y, según se explica en el documento, los servicios esenciales “incluyen acciones de salud pública para promover salud y prevenir enfermedades”, además de la provisión de “tratamiento, rehabilitación y cuidados paliativos de calidad suficiente”.

El informe reveló que “demasiadas mujeres todavía sufren y mueren de graves problemas de salud durante el embarazo y el parto”.
Sólo en 2015, la OMS estimó que unas 303.000 mujeres murieron durante el período de gestación, el parto o el postparto, de las cuales el 99% eran de países de bajos y medianos ingresos, y casi dos tercios (64%) de África.

En relación al VIH, la incidencia a nivel mundial disminuyó de 0,40 por cada 1000 personas no infectadas en 2005 a 0,26 por cada 1000 personas no infectadas en 2016, en tanto la región africana que atiende la OMS permaneció como la más afectada con una tasa de incidencia de 1.24 por cada 1000 personas no infectadas.

En cuanto a las enfermedades no transmisibles (ENT), otro eje del informe, la OMS estimó que en 2016 hubo 41 millones de muertes debido a estas patologías, que representan el 71% del total general de 57 millones de muertes.

La mayoría de estas muertes fueron causadas por las cuatro ENT principales: enfermedad cardiovascular (44%); cáncer (22%); enfermedad respiratoria crónica (9%); y diabetes (4%).

Otro eje fueron los accidentes de tránsito, que mataron a 1,25 millones de personas en todo el mundo en 2013 y lesionaron a otras 50 millones; a su vez, la tasa de mortalidad debido a las lesiones del tráfico por carretera fue 2,6 veces mayor en los países de bajos ingresos (24.1 muertes por cada 100.000 habitantes) que en los países de altos ingresos (9.2 muertes por cada 100.000), a pesar de las menores tasas de propiedad de vehículos en países de bajos ingresos (22).

“Si bien hemos logrado avances notables en varios frentes, aún quedan grandes desafíos si queremos alcanzar los objetivos que nos hemos propuesto. En algunas áreas, el progreso se ha estancado y las ganancias que hemos logrado podrían perderse fácilmente”, indicó en el Prefacio del informe Tedros Adhanom Ghebreyesus, Director General de la OMS, el primero de procedencia africana.

A modo de ejemplo, el funcionario señaló que “la mortalidad de menores de cinco años ha mejorado de forma espectacular, pero todos los días en 2016 murieron 15.000 niños antes de cumplir los cinco años”.

El informe se presentó días antes del comienzo de la Asamblea Mundial del organismo, donde esta mañana el presidente de Ruanda, Paul Kagame, pidió que los países aporten los recursos apropiados para que la OMS pueda cumplir con las misiones que ellos mismos le han asignado.

Asimismo, se pronunció a favor de una “diversificación de fuentes de financiación” y de que se reduzcan los aportes voluntarios de los países a la OMS -que representan una parte muy significativa de su presupuesto- y que aumenten las contribuciones de carácter obligatorio, según la agencia EFE.

Kagame, quien fue el principal orador de la jornada, felicitó a la OMS “por la respuesta rápida y efectiva a emergencias sanitarias graves en África en el último año, la más reciente de ellas en la República Democrática del Congo (RDC)”, donde hubo un brote de ébola y el organismo proveyó de vacunas y personal especializado.

La Asamblea Mundial, que se extenderá hasta el viernes, es el órgano decisorio supremo de la OMS y tiene como objetivo determinar sus iniciativas, supervisar las políticas financieras, y revisar y adoptar el programa de presupuesto.

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