Tras una persecución, detienen en Maipú a un peligroso delincuente

Se trata de Diego Armando Moreyra. Salió en libertad el año pasado tras cumplir parte de la condena por un asesinato. Se había sumado a la “Banda del Mono” y era buscado por la policía por cometer más de 11 robos.

Tras una cinematográfica persecución policial, este domingo un peligroso delincuente chocó el vehículo en el que circulaba por la ruta y fue detenido por la policía a la altura de Maipú. Por la gravedad de las heridas, fue internado en un hospital de la vecina localidad donde permanece custodiado.

Se trata de Diego Armando Moreyra, un sujeto de 37 años que había sido condenado a prisión perpetua por el crimen de la profesora Marcela Campana cometido en julio de 2001 y que el año pasado recuperó la libertad luego de que el Tribunal de Casación le redujera la condena.

Según la investigación a cargo del fiscal Fernando Berlingeri, Moreyra integraba la “Banda del Mono” que está acusada de haber cometido varios robos a comercios entre el 15 de marzo y el 10 de abril. Informó 0223. A partir de la tarea que los miembros de la fiscalía y del Gabinete Temático de Robos con Armas en Comercios de la DDI, el 20 de abril fueron detenidos Carlos Germán González Bruno –alias El Mono- y Roberto Carlos Vergara.

Ambos quedaron alojados en la Unidad Penal 44 de Batán en el marco de una causa que unificó esos hechos bajo la calificación de robo doblemente calificado por su comisión en poblado y en banda por el empleo de arma cuya aptitud para el disparo no se puede tener de modo alguna por acreditada en concurso real entre sí.

Tal como se informó oportunamente, los investigadores señalaron que la banda podría contar con otros tres integrantes, de los que identificaron a Diego Armando Moreyra cuya función era manejar el Fiat Uno Way blanco en el que se desplazaban durante los robos.

El nombre de Moreyra es tristemente conocido en Tribunales y su relación en esta causa generó sorpresa en los operadores judiciales con años de trabajo ya que en diciembre de 2005 fue condenado a prisión perpetua tras un juicio que se desarrolló en el Tribunal Oral en lo Criminal 3. En ese mismo debate condenaron a Fernando Ariel Palomino a veinte años de prisión.

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