En sus céntricas oficinas de la calle Carlos Pellegrini en las que se destacan sus propias pinturas, además de un cuadro de Daniel Santoro que muestra la cañonera en la que Perón partió al exilio, Roberto Lavagna recibió esta tarde a la delegación del FMI.
Asistieron el italiano Roberto Cardarelli y el jefe de la misión en Argentina, el jamaiquino Trevor Alleyne. La reunión generó una gran expectativa al compás de la posibilidad de que Lavagna se convierta en candidato para las presidenciales de octubre.
“No voy a sumar mi voz al análisis de la coyuntura, hay demasiadas voces y mucho ruido”, los recibió al señalar que les hablaría de la agenda de mediano y largo plazos, los “temas estratégicos”, según se ocupó de resaltar.
Por lo que trascendió, el ex ministro fue enfático al señalar que la economía argentina tiene grandes posibilidades tras un saldo cero entre los años de crecimiento y de caída durante el kirchnerismo y un descenso de 5 puntos en la gestión Macri.
En su visión, hay una fuerza de gente sin trabajo dispuesta a emplearse, una alta capacidad ociosa de la industria que sumadas a las riquezas del agro, la energía y la minería y al capital de los propios argentinos en el exterior, son un gran motor. Se supo que la misión del FMI hizo preguntas, cuyo contenido no se divulgó, y tomó nota. Clarín.