Recorriendo mi historia familiar, y dada nuestra antigüedad en ésta bendita tierra americana de varias centurias registradas, y esa curiosidad por los relatos de mis antepasados más cercanos, que dan cronología a los acontecimientos, mi curiosidad de saber fue cada vez mayor.
Desde la rama de los Suárez, que han ido dejando sus huellas en la historia de España y luego en América desde el descubrimiento, camino a los 600 años, como así, la de los Lara, los Rodríguez, los Chicote, los Martínez, los Suárez, los González, los Navarro, en este caso más cercano, y más, por la participación en los doscientos años de nuestro pueblo, en donde he nacido, me resulta grato contar este acontecimiento familiar del verdadero Dolores, hoy.
La familia Lara, de vieja data en España, siendo la Casa de Lara originaria del reino de Castilla, que pertenece a los Grandes de España de muchos años y un apellido castellano muy antiguo, está el caso de Don Félix de Tejada Suárez de Lara, que allá por finales de 1700, fue un Capitán General y Director de la Real Armada Española.
También los Suárez, ambos, pertenecían a la nobleza española; del apellido nombrado en segundo lugar, por parte de madre, el Rey Fernando, el Católico, descendía de Don Pedro Suárez de Toledo VI, su tatarabuelo, y luego del descubrimiento de América, están desde la primera hora, en México y toda la América del Sur ocupando altos cargos, desde virreyes y gobernadores.
La lectura de datos, me llevaron a otros, y esos cruzamientos, sacan nuevos, en la familia Lara, en este caso, como los otros, están en Buenos Aires, luego pasan a la región de la Magdalena para poblar tierras, desde el 1600 en adelante, para ser más preciso, por 1640, como lo hizo Don Lorenzo de Lara, con una gran extensión de tierras dadas por el Rey de España, por los servicios a la corona.
Da la casualidad que mi ancestro también se llamó Lorenzo, pero Suárez de la Vega, y se casa con una estanciera del lugar, Doña Ana Gómez de Saravia y Sayago, hija de Don Andrés Gómez de Saravia y de Doña Juana Sayago, que podemos ver en Genealogía Inmobiliaria Rural del Pago de la Magdalena, cuadro B-IX; y sobre sus tierras se han fundado pueblos, van a poblar. Éste Don Lorenzo, antepasado directo mío, compra a la testamentaría de Don Lorenzo de Lara, por escritura pública que le otorgó el heredero Don Domingo Hidalgo, ante el escribano, en 1779, parte de esas tierras cerca de Vieytes y el río Samborombón, en la Magdalena, siendo último heredero mi abuelo Adolfo, y unos cuantos de ésta prolífera familia, que pasó de porteña, a magdalenense.
Sí empezamos a chequear apellidos, veremos cómo se entrelazan, y se han emparentando, dejando descendientes hasta hoy.
En este cruzamiento de datos, y sabiendo que Don Ramón Lara Rodríguez, fundador de Dolores, las Bruscas y del fuerte Kakel, se casa dos veces, primero lo hace en Magdalena, y el segundo, luego de haber enviudado, en su pueblo de Dolores.
No olvidemos, entre otras, que Don Ramón Lara, era Teniente alcalde en 1815 y Capitán de la Compañía de Blandengues de Frontera de Kakel Huincul en 1816, Juez Político de la Banda Occidental del Salado en ésta zona en 1821, Miembro de la Comisión de Solares de Dolores en 1831 a 1833, y Juez de Paz en 1834, marcando la importancia del fundador y la responsabilidad puesta en él.
Don Antonio González, era un Alférez que pertenecía al noveno Regimiento de Campaña; recordemos, que ellos acompañaron al Padre Francisco de Paula Robles, junto con Teniente Don Leonardo Piedrabuena, que fuera administrador de los Rodríguez, y el Juez Político y Militar de las Islas del Tordillo , Capitán Don Pedro Antonio Paz, entre otros, en la fundación del Curato para las Islas del Tordillo, en el paraje de Monsalvo, cuando se reunieron en la estancia de Don Domingo de Lamadrid en Agosto de 1817, y luego pasaron la tragedia del malón en 1821, del recién nacido pueblo de Dolores, el re poblamiento en el año 26 en adelante y el afincamiento definitivo desde 1831.
Volviendo al tema central del relato, la Boda de Don Ramón Lara y de Doña María del Tránsito Navarro, con fecha 25 de Abril de 1832, en Dolores, que consta en el Libro Parroquial, abierto por el padre Robles en 1831: “Ramón Lara, natural de Buenos Aires, viudo en este partido de la finada Olegaria Martínez con María del Tránsito Navarro, natural del partido de la Magdalena, hija legítima de los finados Pedro Pablo Navarro y de Bernabela Antonia Gómez, ambos residentes en este partido”, siendo testigos Antonio González y Paulina Chicote.
Tanto Don Ramón Lara, que fallece en 1834, el padre Robles que se va en 1836, todos ellos siguen viviendo en Dolores. Don Antonio González, era el dueño de la manzana frente a la plaza del centro, del lado Noroeste, y otras propiedades rurales, en cuanto a su esposa, Doña María Cristina Paulina Ramona Chicote Martínez y Suárez, era hija de Don José Chicote Martínez, ya fallecido, y de Doña Victoria Suárez Villoldo, hija de Don Domingo Suárez y de Doña Manuela Villoldo; dueña de cuarta manzana en donde fueron los Altos de Don Vilgré La Madrid, que también da la casualidad, descendían de los Suárez, de los Suárez Mexía; detrás de la manzana de su yerno, feligreses de la Parroquia de la Inmaculada Concepción de Buenos Aires, donde fue bautizado mi tatarabuelo Lorenzo en 1745, como era parte de mi familia Suárez, y Paulina también Suárez por parte de madre, había sido bautizada el 27 de enero de 1802, en la Inmaculada Concepción, en la esquina de Independencia y Tacuarí, hoy.
Una historia de pueblo, principio de nuestra querida ciudad de Dolores, que merece ser contada y recordada, en donde encontramos descendientes familiares, ligados a la mayoría de los apellidos citados, por parentesco a la distancia, en el paso de los primeros doscientos años de su accidentada fundación.
Todo esto me confirma con creces, que como lo hice en mi trabajo del XVI Congreso de Historia de los Pueblos en 2017 con motivo del Bicentenario de Dolores; que Dolores era Magdalena y Magdalena era Buenos Aires, por lo tanto Dolores, nace con raíces desde Buenos Aires.
Y entre otras, creo, hacer un nuevo monumento, al fundador, como en otros pueblos que he visitado, en la plaza principal; nuestra Plaza Castelli, bien puesto y visible como memoria para las generaciones venideras, en otro justo homenaje a Don Ramón Lara Rodríguez.
Noé Zenón Suárez Casielles- 2019.