por Vicente Pascual Suárez de Figueroa Presidente del IRHCIS Descendiente de los Primeros Pobladores de Dolores De los Libres del Sud.
En el mes de abril del año 1810 ya el “caldo de cultivo” estaba preparado y álgido, por eso se habla de los días previos a la revolución del 25 de Mayo. Fueron más de 600 activistas los que participaron en este luctuoso acontecimiento, y acá estamos hablando de” Los Chisperos”, “La Legión Infernal”, “los Manolos”, los propietarios de Bares- fondas porteños y otros… La Historia Oficial sintetizó demasiado la actividad revolucionaria circunscribiéndose en dos personajes pintorescos que eran French y Berutti que repartían cintas celestes y blancas, pero acá vale que decir sin menoscabo alguno que French era un humilde cartero de la ciudad de Buenos Aires que hasta ese momento se desempeñaba como tal, como así que Berutti era un empleado de la Tesorerìa del Gobierno de la ciudad y que no fueron más que mandaderos, pero también Agustín Donado que era gráfico y se desempeñaba en la Imprenta Oficial le tocó la tarea de imprimir” invitaciones falsas” en la Imprenta de la Casa de los Niños Expósitos y también frenar la gente indeseada para el ingreso al Cabildo, entre otras actividades como las que desarrolló activamente el Teniente Coronel Jefe de Milicias Urbanas don Felipe Santiago Cardoso que a la postre resultó condenado a la cárcel de Carmen de Patagones después de la Revolución por su activa partipación incluso desde el Uruguay, y su amigo el abogado Francisco “Pancho” Blanes de exaltada posición revolucionaria.
Estos hombres como Vicente Dupuy, Francisco Mariano de Orma y otros ignorados por la Historia Oficial han desempeñado un rol importantísimo en los hechos desencadenados en mayo de 1810 que dieron por tierra con la Jefatura del Virrey “el sordo” Baltazar Hidalgo de Cisneros. También apoyaron y actuaron beligerantemene algunos sacerdotes populares como Alberti, Grela y Aparicio. Este último recorriendo los cuarteles y arengando a la tropa con dos trabucos al cinto. No existe duda que el “populacho” como cabeza del frente democrático sencillamente y con su pequeño o mucho aporte igualmente se impone a la Primera Junta para reemplazar al Virrey caduco. Son ellos los que descubren la trampa del 24 cuando suman cinco personas para armar un desempate falso junto con el Virrey. También los Bares porteños fueron activistas, donde se reunían los revolucionarios y fueron sede de conspiración, de reuniones y toma de determinaciones y aquí lo podemos señalar entre otros al decidido capitán retirado de micilias don Nicolás Suárez Pérez propietario del Bar “Los Catalanes” situado en San Martín y Cangallo (hoy Perón) de la ciudad autónoma, quien puso todo su conocimiento, idoneidad y familia a disposición de la causa revolucionaria.
Porqué esta gente tuvo mucha gravitancia en las decisiones para desalojar al Virrey? Es muy claro!, esta gente incluida el capitán Suárez padre del posterior Héroe de Junín, habían estado en 1806 y 1807 combatiendo palmo a palmo a riesgo de vida en las calles expulsando a los invasores ingleses de la ciudad de Buenos Aires con armas propias, piedras y hasta con agua caliente y aceite hirviendo que lanzaban desde las terrazas. Así con estas garras y con los mismos apellidos de siempre se levantó de la faz de la tierra una nueva y gloriosa nación. Mucho aporte hicieron los inmigrantes lógicamente cien años despues cuando ya la Patria estaba constituida y consolidada. No podemos dejar de mencionar a los orilleros, que eran los alcaldes de Buenos Aires en ese momento y acá en mucho rigor de verdad lo menciono también a Pascual Suárez (hermano de Nicolás) que entre otros en la asonada Revolución Orillera del 5 y 6 de Abril de 1811 desalojó con chiripá, botas y cuchillo a la cintura a los desmejorados perdidosos faccionarios Morenistas del Cabildo de Buenos Aires. Fuente Bibliográfica: Archivo General de la Nación