Mar del Plata: “Viene creciendo de manera incesante y sin pausa el Consumo de crack”

Lo advirtieron desde Posada del Inti. Reconocieron un nuevo “paradigma” de pacientes, ante el ingreso al consumo de sustancias en edades más tempranas.

Referentes de Posada del Inti, la comunidad terapéutica que se especializa en el abordaje de la problemática de adicciones, aseguraron que el consumo de crack muestra un aumento “incesante” en Mar del Plata y reconocieron un nuevo “paradigma” de usuarios ante el contacto con las drogas a edades cada vez más tempranas.

Fabián Messina, el titular de la organización, insistió en su crítica a la Subsecretaría de Adicciones de la Provincia de Buenos Aires por haberse “corrido” en los últimos años y no haber impulsado políticas que promuevan un mayor grado de contención frente al delicado contexto social que se acusa en la ciudad y numerosos distritos.

“Tenemos cada vez más demandas de niños, jóvenes y adultos, de clase media y clase media alta. El consumo no es sólo una apreciación de Posada del Inti y otras organizaciones, sino que los mismos índices de la Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar) reflejan un alza”, aseveró.

En diálogo con 0223, el referente de Posada del Inti trazó un análisis que concluye en un “mayor deterioro del tejido social”: “Hay un crecimiento exponencial del consumo, que se suma a una gran hostilidad social y una falta de políticas públicas, y el resultado de todo esto es que haya un montón de personas deambulando sin sentido”.

Al puntualizar sobre el crack – cocaína fumada -, Messina dijo que su consumo registra un aumento “incesante y sin pausa”, después de haber advertido el año pasado el “pico máximo” de consumo. “Veo situaciones cada vez más desesperantes por esto”, aseguró.

En este marco, el responsable de la ONG también reconoció un “nuevo paradigma” de pacientes en el último tiempo, ante la coyuntura que afronta el consumo problemático de drogas. “Lo que vemos ahora de manera más frecuente es un paciente dual, que es aquel que tiene problemas de consumo asociados al trastorno psiquiátrico”, explicó.

Messina atribuyó este fenómeno a las bajas edades en las que ya se registra un fuerte vínculo con las adicciones. “Se consumen cada vez más porquerías de una manera compulsiva que provocan una grave afectación en estructuras psiquiátricas que están en pleno proceso de desarrollo y maduración”, sostuvo.

Frente a ello, el referente de Posada del Inti reconoció que la demanda “se complejiza” y obliga a tener una mayor intervención de psiquiatras en los tratamientos. “Todo el tiempo hay que estar leyendo la demanda que el fenómeno propone porque se vuelve cada vez más complejo e intenso”, insistió.

“Necesitamos pensar políticas públicas en conjunto porque sino este flagelo nos va a pasar por encima como creo que nos está pasando ahora, que hay una guerra que casi está perdida. Hay que resignificar y reformular los tratamientos. Este es un trabajo dinámico constante”, concluyó.

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