Evo Morales llamó a la oposición a un diálogo y a las FFAA, a “preservar” Bolivia

El presidente de Bolivia, Evo Morales, convocó hoy a los partidos opositores con representación parlamentaria a un diálogo con “agenda abierta” pero también a sus seguidores a “movilizarse para defender la democracia” y, por primera vez desde que estallaron las protestas tras las elecciones del 20 de octubre, sugirió una eventual intervención de las fuerzas armadas.

“Convoco al diálogo a los partidos que han obtenido asambleístas (legisladores) en las últimas elecciones, con una agenda abierta, a debatir para pacificar Bolivia, al diálogo de manera urgente inmediata”, dijo Evo Morales esta tarde en conferencia de prensa en el hangar presidencial, en El Alto, ciudad vecina a La Paz.

“Nuestro ministro de la Presidencia (Juan Ramón Quintana) está enviando notas para pacificar Bolivia, para preservar la vida”, agregó, según la agencia noticiosa estatal ABI y el diario paceño Página Siete.

Asimismo, Morales exhortó a las organizaciones sociales afines a él a movilizarse para “defender la democracia”, pues reiteró que está siendo víctima de un golpe de estado.

“Pido a los patriotas, movimientos sociales, trabajadores, servidores, pido a ese pueblo que históricamente recuperó la democracia, mineros, fabriles campesinos, pido defender, movilizarse para defender la democracia, el voto del pueblo boliviano”, señaló.

Por otra parte, el mandatario afirmó que la Policía -cientos de cuyos efectivos de amotinaron desde anoche en varias ciudades- debe retomar sus deberes y pidió a las fuerzas armadas “preservar la nueva Bolivia” de los grupos que, según él, buscan dividir al país.

“El primer deber como presidente es defender la vida; nuestra obligación es cómo preservar la vida, cómo evitar luto y sangre; hago una convocatoria a la Policía Nacional a cumplir con la Constitución, es su misión el preservar y garantizar la seguridad del pueblo boliviano”, subrayó.
Bolivia vive desde ayer las horas más tensas de un ciclo de protestas que comenzó en la noche del 20 de octubre, a raíz de sospechas de fraude tras congelarse la difusión del escrutinio de las elecciones presidenciales de ese día, y que dejó al menos tres muertos y 383 heridos, según la Defensoría del Pueblo.

La autoridad electoral proclamó el triunfo en primera vuelta de Morales, que se postuló para un cuarto mandato consecutivo gracias a un fallo del Tribunal Constitucional y pese a que se lo prohíbe la Constitución y se lo denegó un referendo en 2016.

Ayer, la empresa Ethical Hacking, contratista del Tribunal Supremo Electoral (TSE), afirmó que el escrutinio presentó “vicios de nulidad” y violaciones del sistema informático que supuestamente favorecieron al oficialismo.

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