El remero que había sido acusado por los rugbiers de haber participado en el asesinato de Fernando Báez Sosa ya se encuentra en su casa, donde fue recibido por sus vecinos.
El joven remero Pablo Ventura, que fue detenido por el crimen de Fernando Báez Sosa y que recuperó la libertad cuatro días después, regresó esta noche con su padre a Zárate donde fue recibido por su madre, Marisa y unos cuarenta vecinos y luego de un abrazo fraterno y profundo deseó “volver la rutina”.
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Pablo Ventura y su padre, José María, regresaron a su casa en Zárate luego de que terminase la cuarta y última rueda de reconocimiento en el marco de la investigación por el crimen de Fernando Báez Sosa.
Los Ventura estuvieron alojados en el hotel del sindicato de Luz y Fuerza en Villa Gesell a la espera de que los testigos del caso identificaran a los acusados por el asesinato del chico de 19 años, que fue atacado a la salida del boliche Le Brique.
Ventura, de 21 años, fue señalado en tono de broma por los rugbiers del Club Nautico Arsenal Zárate como responsable por el asesinato de Báez Sosa cuando en realidad los testigos los ubicaron a ellos en la escena.
La policía buscó a Ventura, que estaba en Zárate al momento del asesinato, y lo llevó en un patrullero de la Delegación Departamental de Investigaciones de Campana a Villa Gesell para declarar ante la fiscal Verónica Zamboni.
“Sólo quiero ver a mí mamá y tratar de volver a mi vida normal”, expresó el muchacho, que practica remo a diferencia de los rugbiers acusados.
Desde que fue liberado, hace una semana, Ventura prefirió “no mirar televisión ni noticias” en un esfuerzo por “despejar la cabeza” y entender “cómo pasó esto que fue como una pesadilla de película”.
José María Ventura explicó que su hijo y él estuvieron “prácticamente sin equipaje” mientras permanecieron en Villa Gesell.
De hecho, el celular del muchacho sigue en el Juzgado de Garantías 6 de Gesell hasta que terminen los peritajes ordenados por la fiscalía.
A diferencia de los rugbiers, Ventura entregó la clave para desbloquear su celular por lo que los peritos deberían avanzar sobre el aparato rápidamente.
“Pablo está autorizado a volver a Zárate”, explicó su abogado, Jorge Santoro, pero seguirá “a disposición de la fiscalía para lo que sea necesario” ya que aún está imputado en la causa por el asesinato ocurrido en la madrugada del 18 de enero.
El muchacho participó este martes de la última rueda de reconocimiento en la Secretaría de Seguridad y luego pasó brevemente por el hotel, recogió sus cosas y salió a la ruta 11 con su padre rumbo a su hogar.