Los desafíos de Maipú, (desde la óptica de una trabajadora social)

Varias son las razones que motivan a una persona a emprender el camino de la política y la vocación por la función púbica.

Las mías son las mismas que me han movilizado en todas y cada una de las acciones que he emprendido y desarrollado a lo largo de mi vida, pasión, compromiso y responsabilidad.

En lo personal, la vida me ha puesto frente a las situaciones más difíciles que puede atravesar una persona; en todo momento trate de afrontarlo con templanza, valor, apoyándome en mi familia y seres queridos en los momentos de tristeza y desazón.

Desde lo profesional, el haber transitado diversas experiencias, tanto desde el sector público como privado (comercio, educación, municipalidad, perito judicial) me ha permitido obtener una visión amplia, de cómo los diferentes sectores deben necesariamente trabajar de manera mancomunada e integrada para que nuestra ciudad crezca.

En ese sentido, el haber estudiado trabajo social y luego la licenciatura en Servicio Social, no solo me ha permitido formarme desde lo intelectual sino que además en lo estrictamente empírico, territorial y cotidiano, pues ello me convence cada día más

que, pasada la pandemia, los maipuenses, tenemos un desafío muy grande, pero estoy segura que será hermoso de cara a lo que viene.

Como ciudadana común, advertir que la nueva dinámica y demandas sociales que reclaman nuestros vecinos, no están siendo resultas y lo que es peor aún, no lo serán si seguimos enrolados y transitando el actual camino.

Muchas son las necesidades que ineludiblemente debemos cubrir.

En primer lugar, entiendo que las gestiones tradicionales de “barrido, alumbrado limpieza” ya no alcanzan…, mientras otras ciudades crecen… Maipú se reduce.

La ausencia de una salud confiable, la falta de ofertas educativas, escases de organismos administrativos, (entre otras cosas), genera que nuestros vecinos viajen diariamente a otras ciudades en busca de lo que esta no ofrece, desperdiciándose así mucho de nuestro dinero, solo a ciudades vecinas antes de la pandemia, se fugaron más de 40 millones anuales de nuestros recursos.

Imaginemos todo lo que podríamos hacer con esa cantidad?

Es evidente, otras ciudades crecen a costa del esfuerzo y sacrificio nuestro.

La falta de infraestructura y acompañamiento público hacia los productores locales, hacen que no logremos alcanzar condiciones óptimas para el desarrollo de una ciudad en su faz productiva que tanto deseamos y fundamentalmente necesitamos.

Además de ello, debemos trabajar para que nuestro frente de ruta sea el lugar donde emprendedores, artesanos, productores, cooperadoras locales puedan ofrecer nuestros productos al turismo, generando así fuentes de trabajo y con ello más ingresos económicos.

Asimismo, entiendo también que en lo inmediato lo más importante, es desarrollar un plan de fortalecimiento en nutrición infantil, con asistencia constante y permanente a las mamás embarazadas y niños ; a sabiendas que un niño mal nutrido, es un niño que le estamos quitando posibilidades en el futuro y que se desarrolle con plenitud y esperanzas.

Esto último complementado inexorablemente con un plan educativo integral donde logremos potenciar al máximo las capacidades de nuestros alumnos.

Contamos con excelentes recursos humanos, sabemos cómo hacerlo.

Basta de una simple recorrida por la ciudad para observar el déficit habitacional que sufre la ciudad, miremos alrededor y observaremos cantidad de terrenos inoficiosos e improductivos que poseemos, sin embargo, personas que deciden construirse sus hogares deben hacerlo irremediable detrás de la vivienda de sus padres, advirtiéndose de este modo un crecimiento urbano, caótico y desordenado.

Miren, es lógica pura : Sueldos bajos versus alquileres, bienes y servicios altos. La ecuación no cierra.

Ineludiblemente estas son las premisas en las que decididamente tenemos que trabajar, ese debe ser

nuestro norte, nuestro objetivo y horizonte, sin permitir que con ello se disgregue, separe y enfrente a los Maipuenses.

No se trata de uno contra otros, es uno con otros… esa es la clave.

Una nueva ciudad se construye necesariamente con consenso, principios y valores. Esto en nuestra ciudad debe ser innegociable e irrenunciable.

Por último, necesitamos gente que ame lo que hace… (al menos desde la óptica de una Trabajadora Social).-

Alejandra Morales

Lic. En Trabajo Social

DNI : 25334709

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