Médicos Sin Fronteras denunció el ataque israelí sobre un hospital en Gaza

“El daño a nuestra clínica muestra que ningún lugar en Gaza es seguro. El nivel de violencia que hemos presenciado es insoportable e inaceptable”, cuestionó la organización.

La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) en Gaza informó este domingo a través de su cuenta de Twitter la destrucción de una clínica a raíz de un bombardeo aéreo israelí.

“Anoche, una clínica de Médicos Sin Fronteras en Gaza, donde brindamos tratamiento para traumatismos y quemaduras, resultó dañada por el bombardeo aéreo israelí, dejando una sala de esterilización inutilizable y una sala de espera dañada. Nadie resultó herido en nuestra clínica, pero el bombardeo mató a personas”, informó la organización humanitaria a través de su cuenta de Twitter.

“El daño a nuestra clínica muestra que ningún lugar en Gaza es seguro. El nivel de violencia que hemos presenciado es insoportable e inaceptable”, aseguró Médicos Sin Fronteras.

Asimismo, agregó que desde el lunes pasado, “al menos 630 personas han resultado heridas y 119, incluidos 31 niños, murieron en Gaza”, donde “los suministros médicos se están agotando”.

Esta nueva escalada del conflicto estalló el 10 de mayo tras el lanzamiento desde Gaza de una andanada de cohetes contra Israel en “solidaridad” con los cientos de palestinos heridos en los disturbios con la policía israelí en la Explanada de las Mezquitas, en Jerusalén Este, sector palestino ocupado por Israel desde 1967.

Más de 3.000 cohetes fueron lanzados contra Israel, el mayor ritmo de cohetes jamás disparados, según el Ejército israelí, que precisó que la mayoría fueron interceptados por el sistema antiaéreo Cúpula de Hierro. Sin embargo, algunos impactaron en el territorio israelí provocando la muerte de 10 personas.

En tanto, los bombardeos de represalia realizados por la aviación y la artillería israelíes, según informó el Ministerio de Salud de Palestina recogido por la agencia de noticias Sputnik, causaron hasta ahora al menos 181 muertos, entre ellos 52 niños, y más de 1.200 heridos.

Los disturbios en la explanada, tercer lugar sagrado del islam, fueron la culminación de fuertes tensiones y enfrentamientos en Jerusalén Este, debido, sobre todo, a la amenaza de expulsión de familias palestinas a favor de colonos judíos en un barrio de la Ciudad Santa.

Las hostilidades se extendieron a Cisjordania, un territorio palestino también ocupado por Israel desde 1967, donde los enfrentamientos con el Ejército israelí hace menos de una semana causaron 19 muertos palestinos.

En su territorio, Israel también se enfrenta a una violencia sin precedentes y a amenazas de linchamiento en sus ciudades “mixtas”, donde viven judíos y palestinos con ciudadanía israelí.

La última gran confrontación entre Israel y Hamas remonta a 2014. En 50 días, la Franja de Gaza quedó arrasada y murieron al menos 2.251 palestinos, en su mayoría civiles, y 74 israelíes, casi todos militares.

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